¿Sabías qué?
De acuerdo con su origen botánico se diferencian dos grandes grupos de mieles: las mieles florales y las mieles de mielada.
La miel floral es obtenida por las abejas a partir del néctar de las flores. Si procede mayoritariamente de una especie floral se considera miel monofloral (de romero, azahar, eucalipto, etc), si procede de varias especies de flores en proporciones muy variables, se considera miel multifloral (miel de mil flores).
La miel de mielada se obtiene de encinas, robles, castaños y alcornoques y marca una diferencia notable con las mieles florales. Es considerada miel de mielada ya que realmente las abejas lo que transforman no es el néctar de las flores, como ocurre con las mieles florales, sino las soluciones azucaradas que existen en los bosques de dichos árboles así como las secreciones de algunos insectos chupadores de savia. Estos bosques cuando se dan ciertas condiciones de humedad, tienen una gran producción de savia rica en azúcares, este fenómeno da lugar a un aumento en la producción de la miel de mielada.
Además, esta forma de obtener miel explica que en períodos en los que la mayor parte de floraciones ya pasaron, las abejas sigan cosechando importantes cantidades de miel.